martes, 11 de abril de 2017

Calendario Lunar Vasco



Etimología de los Días en Euskera y el antiguo calendario lunar vasco

 


En el libro “Aintzinako euskaldunen ilargi-egutegia”, el investigador  Josu Naberan nos presenta sus estudios sobre el significado de los nombres de los días de la semana en euskera.


 El investigador navarro Josu Naberan  nos presenta en su libro Aintzinako euskaldunen ilargi-egutegia” (“El antiguo calendario lunar vasco”), un estudio detallado de la nomenclatura actual de los días en los diferentes dialectos del euskera y se vale de ellos para reconstruir el calendario que habrían utilizado los vascos en la antigüedad. Su teoría se basa en la proposición de que nuestros antepasados utilizaban los ciclos de crecimiento y decrecimiento de la luna para medir el tiempo. Es decir, que los antiguos vascos utilizaban un calendario lunar como tantos otros pueblos de la antigüedad. La particularidad radica en el hecho de que los vascos, además, daban mayor importancia a la luna que al sol, y por ende midieran el tiempo en noches antes que en días. El hecho se desprende de que, en euskera se utiliza la palabra “gaur” para decir “hoy” (literalmente, “esta noche”), que claramente deriva de “gau”, que significa “noche”.
Pero empecemos con la nomenclatura moderna de los días en euskera y su correspondencia en castellano:

Euskera
Castellano
Astelehena
Lunes
Asteartea
Martes
Asteazkena
Miércoles
Osteguna
Jueves
Ostirala
Viernes
Larunbata
Sábado
Igandea
Domingo

           
Como puede apreciarse, los tres primeros días comienzan de una manera similar: “aste”, y no es casualidad, ya que “aste” significa “semana”. Si indagamos un poco más descubriremos que “lehen” significa “primero”; “arte” significa “en medio”; y que “azken” significa “último”. Entonces tenemos que “astelehena” es, literalmente, “el primero de la semana”. “asteartea” es “el del medio de la semana” y “asteazkena” es “el último de la semana”. Y aquí nos surge una nueva pregunta: ¿los vascos primitivos tenían una semana de tres días? A primera vista, pareciera que sí. De hecho, los celtas utilizaron antiguamente un calendario lunar con una semana compuesta de tres días al dividir el mes en tres grupos de nueve días. Y sabemos que los celtas han ejercido una influencia innegable en la cultura y lengua vasca. Hay teorías que afirman que la primitiva semana de tres días fue reemplazada (o ampliada), más tarde, por la que conocemos de siete días, mediante el simple método de agregar cuatro días a los tres ya existentes.
            Si nos fijamos en los nombres en euskera correspondientes a jueves y viernes inmediatamente reparamos en que ambos comienzan en “ost”. Este núcleo “ost”, que en otras palabras puede mutar en “ortz”, según Satrústegui

nos remite al pensamiento indogermánico que aporta el concepto
de divinidad celeste relacionada con la meteorología y las tormentas”.

En palabras simples, una divinidad del cielo, Ortzi, que se hace patente en palabras relacionadas con los estados atmosféricos (“oskarbi”, “cielo despejado”; “oskorri”, “arrebol”; “ostadar”, “arco iris”).
Sábado, “larunbata” parece provenir de “lauren bat” (cuarto de luna), por lo que pareciera referirse a una de las fases lunares. En cuanto a “Igandea” (“igo handia”, “la gran ascensión”), los entendidos señalan que se refiere al punto culminante de la ascensión lunar que coincide con la luna llena.
Tenemos, pues, la semana de siete días conformada de la siguiente manera:

Astelehena (lunes): en el dialecto occidental, al primer día de la semana de 7 días, astelehen, se le llamaba “ilen” hasta hace poco. Etimológicamente “ilen” podría ser, según el investigador K. Mitxelena, “il-egun” o “día de la luna”, paralelo al lunae dies latino o el lunes castellano. Según Naberan, como en el calendario solar no se contemplaban las fases lunares ni sus nombres, este día de la luna se aplicaría al primero de la semana, de ahí aste-lehen.

Asteartea (martes): también llamado “Martitza” en vizcaino, en clara alusión al dios romano Marte.

Asteazkena (miércoles): algunos investigadores consideran como sinónimos asteazkena, eguaztena y eguastena,

Osteguna (jueves, ortzeguna en dialectos orientales): A pesar de que algunos pensadores, como Pedro Pablo Astarloa, sostienen que osteguna es “el día posterior” (“oste”, detrás, después), de los tres que componen la semana. Caro Baroja lo relaciona con Ortzi:

“preferiría relacionar ortzirala y su víspera ortzeguna con
los nombres más corrientes que ese día tiene en Europa”,

y concluye diciendo que tanto ORTZ como EGU es del día del dios germánico Thor, relacionado con la claridad del cielo. “Osteguna” es sinónimo de “eguen”, que sería, según Naberan, el día central del larunbat festivo.

Ostirala (viernes, ortzirala en dialectos orientales): “Ira” significa impulsar,  derivado de. Ostirala sería, pues, el día después de osteguna.

Larunbata (sábado, sapata o sapatua en dialectos occidentales): para algunos autores, el nombre
parece provenir de “lauren bat” (cuarto de luna), por lo que pareciera referirse a una de las fases lunares.

Igandea (domingo, en dialectos occidentales “domeka”): según la mayoría de los autores, incluído Naberan, significaría “igan handia”, esto es, el punto más crecido de la luna llena. A
lgunos autores pretenden ver en el nombre una alusión cristiana que, sin embargo, no tiene correlación con ningún otro calendario cristiano conocido. Un sinónimo curioso es el de neskeneguna o “día de las mozas”. Muchos han mencionado a este respecto la costumbre de “neska-laguntze” (acompañar a la moza): el chico pasaba la tarde con la chica, la acompañaba hasta su casa y cenaba con la familia.

Hasta aquí la explicación actual de la semana, que presenta influencias célicas y cristianas. Pero, ¿cómo era el calendario vasco antes de todos estos aportes externos? Josu Naberan nos da en su estudio una reconstrucción probable del calendario lunar vasco a partir del propio significado de los nombres autóctonos de los días que nos han llegado a través de los diferentes dialectos. Desestima la teoría de que la semana vasca primitiva estaba compuesta solamente de tres días y propone, en cambio, un calendario basado en el mes lunar compuesto de cuatro “semanas” de duración variable más un ciclo de cuatro días que culmina con la noche de la luna llena.
Para Naberan, el mes estaría compuesto por dos “semanas”:  “Astelehena” y “Asteazkena” , que estarían compuestas a su vez por un número variable de días (generalmente seis). Ambas “semanas” estarían separadas por “Asteartea”, que como su nombre lo indica, está entre medio de dos semanas. Luego vendría el festival del plenilunio llamado “Larunbat”, que sería un ciclo de cuatro días con nombres diferenciados que culminaría con la luna llena. Luego de “Larunbat” vendrían otras dos “semanas” separadas por otro “Asteazkena”, y el mes finalizaría con la noche de luna nueva “Ilena”.

Astelehena: periodo de 6 noches con el que se inicia el ciclo lunar.

Asteartea: el día intermedio que separa ambas “semanas” (“Astelehena” y “Asteazkena”).

Asteazkena: período de cuatro a seis noches. Aunque algunos investigadores consideran sinónimos asteazkena, eguaztena y eguastena, Naberan cree que el primero hace referencia a un período más largo de tiempo y por eso empieza por aste (semana), y los otros dos, en cambio, hacen referencia a un día concreto egu (día).

Larunbata: para Naberan el origen de esta palabra es “laurren betea”, una fiesta de 4 días que culminaría con la noche del plenilunio. Estaría formado por Eguastena, Eguena, Barikua e Igandea.

Eguastena: deegu” (día), y “hasi” (empezar), por lo que podría tratarse del día de comienzo del festival.

Eguena: sería el segundo día del festival.

Barikua: Naberan propone que, teniendo en cuenta la variante “barieku”, puede tratarse de “abari-egu” (día de la cena). Sería así un nombre muy antiguo, anterior al cristianismo y relacionado con el festival de cuatro días de Egu o Larunbat. Sería el tercer día de este ciclo, en el que se realizaría una cena conjunta antes de que cada cual volviera a su casa.

Igandea: Naberan propone que su significado sería “igan handia”, esto es, el punto más crecido de la luna llena. Se trataría del último día del festival de Larunbat, y que coincidiría con la luna llena.

Ilena: la noche de luna nueva que cerraría el mes.

Para completar el calendario lunar, Naberan hace referencia a tres días que no han encontrado una explicación y un sitio claro en el calendario actual: Egubakoitz, Ebiabakoitz e Irakoitz (“bakoitz” significa único, solo). Según este investigador, los lapsos de tiempo entre las diversas fases lunares no son homogéneos. Normalmente en el ciclo lunar que va de fase a fase hay un intervalo de seis noches, pero a menudo es de siete y otras pocas veces es de ocho o de cinco. Por esa razón al día sobrante se le denominaría “Egubakoitz” o “Ebiabakoitz” (día suelto). Si sucediera otro día más, este octavo día sería “Irakoitz” (posterior al día suelto").